Con historias como la de Rosa y su hijo Ángel, León impulsa el programa de cuidadores primarios, que dignifica y fortalece a las familias.
Un modelo de atención humana
La vida de Rosa Pedraza y su hijo Ángel refleja la esencia del programa de cuidadores primarios. Tras perder a dos bebés con Trisomía 18, esta familia se convirtió en ejemplo de amor y fortaleza.
Gracias a la gestión municipal, recibieron apoyo médico y económico en menos de tres días, además de acompañamiento emocional. “Este lugar nos ha ayudado mucho, más que nada en lo emocional”, compartió Rosa.
La enfermedad cromosómica afectó severamente a su hija, pero el respaldo del programa les permitió enfrentar el reto con mayor dignidad.
Un programa que transforma
La presidenta municipal, Ale Gutiérrez, reconoció el esfuerzo de quienes dedican su vida a cuidar. “Cada cuidador es una historia de dolor y de fortaleza. Son valientes porque no se doblan ante la adversidad”, expresó.
En este esquema, los beneficiarios acceden a talleres de primeros auxilios, cuidados médicos básicos, nutrición y acompañamiento psicológico. Así, los cuidadores enfrentan con más herramientas los desafíos diarios.
De octubre de 2024 a la fecha, la administración destinó 2.7 millones de pesos para impulsar a 451 cuidadores. Además, en cuatro años se invirtieron 8.2 millones, beneficiando a más de 1,500 personas.
Aprendizaje colectivo y solidaridad
La directora del DIF León, Andrea López Gutiérrez, subrayó que lo más valioso del programa es la vinculación comunitaria. “Trabajamos en equipo y de manera transversal para que cada cuidador se sienta acompañado”, afirmó.
El modelo se basa en la coordinación entre dependencias municipales y redes comunitarias. Con esta estrategia, se busca reducir el abandono de tratamientos y dignificar la labor de quienes cuidan.
León, ciudad más humana
La historia de Rosa y Ángel refleja la realidad de muchas familias leonesas. Este programa no solo brinda apoyos, sino que también reconoce el esfuerzo invisible de los cuidadores.
Con estas acciones, León reafirma su compromiso de ser una ciudad solidaria, humana y resiliente, donde el amor y la dedicación son motores de transformación social.
