La noche del 15 de septiembre, Purísima del Rincón vibró con orgullo durante la conmemoración del 215 aniversario del Grito de Independencia. A pesar de la lluvia, cientos de familias se reunieron en la plaza principal para vivir una fiesta patriótica histórica. Por primera vez, el evento se transmitió en vivo, llevando el fervor a quienes no pudieron asistir.
Fervor patrio en la plaza principal
El acto comenzó con la lectura del Acta de Independencia a cargo del regidor Benjamín Rodríguez Cruz. Posteriormente, el presidente municipal, Roberto García Urbano, acompañado por integrantes del H. Ayuntamiento, subió al balcón central del Museo Hermenegildo Bustos. Desde ahí lanzó la arenga y el tradicional “¡Viva México!”, que resonó con fuerza entre la multitud.
La celebración no se detuvo por la lluvia. Con paraguas y entusiasmo, las familias corearon los nombres de los héroes nacionales. El cielo se iluminó con pirotecnia, símbolo de alegría y unidad.
Una noche familiar y festiva
El presidente estuvo acompañado por su esposa, Enriqueta Martínez López, presidenta del Patronato DIF. Ambos compartieron el momento con los asistentes, reforzando el carácter comunitario del evento.
Tras el acto cívico, la plaza se convirtió en escenario de fiesta. La música de mariachi y la interpretación de temas vernáculos llenaron de ambiente mexicano cada rincón. Además, se organizó un baile popular que prolongó la convivencia hasta altas horas.
La comunidad transformó la noche en un espacio de orgullo patrio, donde tradición y modernidad se unieron gracias a la transmisión en vivo. De esta forma, quienes no acudieron físicamente también disfrutaron de la ceremonia y del espectáculo.
Orgullo y unidad en Purísima
La conmemoración del Grito de Independencia en Purísima del Rincón dejó claro que ni la lluvia puede frenar el espíritu patriótico. La respuesta de la ciudadanía confirmó el compromiso de mantener vivas las tradiciones y fortalecer los lazos comunitarios.
Con esta celebración, el municipio reafirma su identidad y demuestra que, en unidad, la historia cobra vida en cada grito de libertad.
