El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció su renuncia tras casi una década en el poder, debilitado por una crisis interna y pérdida de popularidad.
Trudeau dimite en medio de una crisis política
El lunes, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, confirmó su renuncia como líder del Partido Liberal y como jefe de gobierno. La decisión llega tras una crisis política que ha debilitado su posición y una pérdida significativa de apoyo popular. Trudeau continuará en su cargo hasta que su partido elija un nuevo líder mediante un proceso nacional competitivo.
“Es hora de un reinicio, de bajar la temperatura y ofrecer a Canadá una opción real en las próximas elecciones”, expresó Trudeau desde Ottawa. Su renuncia marca el fin de una era, justo en pleno año electoral.
Presiones internas y externas
Desde diciembre, las tensiones internas en el Partido Liberal habían aumentado. Intentos fallidos de reestructuración, incluyendo el intento de destituir a Chrystia Freeland, su aliada cercana, intensificaron las críticas. Freeland renunció, debilitando aún más el liderazgo de Trudeau.
Las agrupaciones regionales del partido, junto con dos docenas de legisladores, pidieron su dimisión en las últimas semanas. Por su parte, la oposición, liderada por Pierre Poilievre del Partido Conservador, presionó por elecciones anticipadas y prometió mociones de censura.
Un legado y desafíos por delante
Trudeau, de 53 años, asumió el liderazgo liberal en 2013, llevando al partido al poder en 2015 con una agenda progresista que sedujo al electorado. Sin embargo, desafíos como la crisis del mercado inmobiliario, el aumento de la inmigración y la inflación erosionaron su popularidad.
Mientras el Partido Liberal enfrenta la tarea de elegir a un nuevo líder, Poilievre busca capitalizar la situación. “Es hora de poner fin a las políticas fallidas del pasado y dar a los canadienses un gobierno que funcione”, declaró el líder conservador, quien encabeza las encuestas de cara a las elecciones.
El futuro del liberalismo canadiense depende ahora de su capacidad para reorganizarse en un tiempo récord y competir contra una oposición fortalecida.
